Es momento de un cambio cultural para invertir en tecnologías eficientes, con ciclos de vida más prolongados y amigables con el ambiente. Cuando a Energías Renovables o Eficiencia Energética nos referimos, la mejor calidad es el equivalente a la frase “Green means go”. Muchas veces preferimos sacrificar la calidad por el presupuesto, sin considerar el retorno de nuestra inversión no solo financieramente sino también en la disponibilidad de los recursos naturales para las futuras generaciones.
El financiamiento verde, permite promover las alternativas de prácticas ambientales y medidas para reducir la huella de carbono en las actividades diarias de nuestras empresas. Asegurando un retorno de la inversión, que considera además los factores de riesgo sociales y ambientales dentro de las operaciones normales de un proyecto. Por lo que, en este sentido los bancos juegan un rol fundamental y arbitrario para el desarrollo y la transición de las empresas hacia la sostenibilidad. Promoviendo el establecimiento en medidas de protección, compensación y mitigación ambiental y como medio para alcanzar el cumplimiento de los objetivos de Desarrollo Sostenible.
Cada vez, son más las iniciativas destinadas a implementar energías renovables y medidas de eficiencia energética que aplican en los financiamientos verdes. La inversión climática es la llave de apertura para una caja de herramientas sostenibles, que ayuda a todo aquel que se arriesga a tomar el reto y apostar por las energías renovables y/o eficiencia energética, creando una sinergia entre la creciente responsabilidad ambiental, la generación de resultados sostenibles y financieramente rentables para nuestros negocios. Pero ¿Cómo elegir entre todas las opciones de financiamiento verde? Los aspectos claves para invertir en negocios verdes es garantizar la sostenibilidad de los recursos y la eficiencia de la producción. Siempre se debe procurar que cumplan no solo con la rentabilidad, efectividad, y solidez financiera, sino también con la responsabilidad social y ambiental que los caracteriza.
Podemos tomar acciones desde nuestro lugar, ya sea implementando las energías renovables en nuestros hogares o promoviendo proyectos industriales. Pero debemos tener claridad que las finanzas sostenibles también son destinadas a implementar medidas de mitigación ambiental o cambiar equipos por unos más eficientes energéticamente, que nos permitan disminuir nuestra huella de carbono. En tal sentido, por ejemplo, si queremos implementar en nuestro hogar o empresa un sistema de cosecha de agua lluvia para regar los jardines o usar en inodoros, no solamente obtendríamos un beneficio económico por la disminución en el consumo de agua de la red, sino también estaríamos dándole un doble propósito al recurso. Lo que contaría como medida de mitigación ambiental, impactando en nuestras finanzas de forma positiva.
Aprovecho esta ocasión para motivarles a promover las finanzas verdes como un nuevo modelo de negocio enfocado en el desarrollo sostenible de cada una de las actividades que realizamos. Lo que nos permitirá devolverle a la sociedad salvadoreña un impacto positivo que beneficiará en nuestros recursos naturales y las generaciones del futuro.
2 comentarios sobre «¿Por qué aportarle a las finanzas verdes?»