La energía tiene un peso muy importante en la estructura de gasto de cualquier empresa y lo más esencial para lograr la eficiencia energética no es solo un plan de ahorro sino la creación de un sistema de gestión que garantice la renovación de ese plan cada vez que se sea necesario. De tal forma que, una política energética que responda a este desafío debe basarse en la mejora de la eficiencia, la reducción de consumo y la protección del medio ambiente; en ese sentido, con una correcta gestión energética se podrán disminuir los costos y aumentar la competitividad.
La base general para establecer políticas de ahorro y eficiencia energética en la empresa pasa por la concepción de un sistema continuo en el cual no sólo se mida, sino que se apliquen herramientas de gestión como la auditoría energética y los sistemas de gestión de la energía. Para ello es necesario conocer el contexto energético actual, su regulación, así como los distintos tipos de fuentes de energía existentes disponibles.
A la base de este interés en la gestión energética se encuentran los resultados de estudios que demuestran que uno de los principales problemas con los que El Salvador y la región están frenando su crecimiento es la falta de competitividad de las empresas productoras, los altos costos de materias primas, energía, y personal capacitado, todos obstáculos para ofrecer servicios más rápidos y eficientes.
«Lo más esencial para lograr la eficiencia energética no es solo un plan de ahorro sino la creación de un sistema de gestión que garantice la renovación de ese plan cada vez que se sea necesario»
Diversos pasos se están dando en El Salvador bajo esta concepción de gestión energética orientado a la eficiencia en el servicio de la demanda. Este es un nuevo paradigma que conlleva distintas aristas que es necesario especificar.
Primero el aprendizaje en edificación sustentable. Desde el punto de vista académico empresarial se ha discutido la necesidad de certificaciones en eficiencia energética y modelado de edificaciones como parte de la proyección de la arquitectura bioclimática.
El segundo componente importante es el conocimiento de los recursos energéticos renovables como la solución más adecuada, el contexto del mercado eléctrico, las limitaciones y ventajas reglamentarias, son aspectos que, junto a la eficiencia y el ahorro energético, sirven de herramientas para superar muchos de los problemas Diseño Ambientales que ahora se enfrentan: el cambio climático, los residuos radioactivos, las lluvias ácidas y la contaminación atmosférica.
Pese a los esfuerzos realizados por algunos países, el aprovechamiento actual de las fuentes de energía renovables es todavía irregular e insuficiente. Aunque la disponibilidad de muchas de éstas es abundante y su potencial económico real es considerable, su contribución al consumo de energía aún es insuficiente y el esfuerzo pendiente para incrementarlas es grande.