En diversas ocasiones hemos escuchado la expresión desarrollo sostenible, pero con frecuencia desconocemos en qué consiste y cómo se puede alcanzar.
Para conocer un poco acerca de este término, es importante mencionar que el concepto de desarrollo sostenible apareció por primera vez en el Tratado de Burlando que se dió en 1987, en el cual se alertaba sobre las consecuencias medioambientales negativas del desarrollo económico y la globalización.
El Protocolo de Río de 1992 dió lugar a la primer versión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Precisamente, en el Principio 3º de la Declaración de Río (1992) aprobada en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo, en el cual se asumió el concepto de desarrollo sostenible como “aquel desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.
En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y estableció los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) como una hoja de ruta global para ayudarnos a restaurar el mundo natural para fines de esta década.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) o UNEP en inglés que surgió en 1972, es el custodio de los indicadores de los ODS.
Ahora ¿Cómo alcanzar un desarrollo sostenible?
Con el objetivo de lograr un desarrollo sostenible, es importante mencionar que Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 que contiene los Objetivos de Desarrollo Sostenible, en los cuales se establecen una serie de metas comunes para proteger el planeta y garantizar el bienestar de todas las personas. Estas metas comunes necesitan la implicación activa de las personas, las empresas, las administraciones y los países de todo el mundo.
Precisamente, el Informe Brundtland exhorta a los Gobiernos a que actúen con responsabilidad en el sentido de apoyar un desarrollo que sea sostenible económica y ecológicamente. Para el caso, indica que para lograr un cambio en las actitudes humanas es necesario impulsar campañas de educación, fomentar el debate y la participación pública.
Sin embargo, la ciudadanía puede desde ya realizar acciones que permitan proteger el planeta, el cual demanda de acciones inmediatas.
En la primera edición mencionamos cinco acciones que podemos ejecutar sin mayor dificultad y que están en sintonía de los objetivos del desarrollo sostenible. A continuación, enumeramos otras cinco acciones que te invitamos a poner en práctica para cuidar nuestro planeta y lograr un desarrollo sostenible.
Reusar o reutilizar es la acción que permite volver a utilizar los bienes o productos desechados y darles un uso igual o diferente a aquel para el que fueron concebidos.
Este proceso hace que cuantos más objetos volvamos a reutilizar menos basura produciremos y menos recursos tendremos que gastar.
Reutilizar es importante porque hace que la primera vida útil sea más larga, evitando la necesidad de reciclar y ahorrando energía, materiales y dinero en el proceso.
Separar los residuos significa darles valor. Materiales como papel, cartón, vidrio, plásticos, periódicos, metales, entre otros, son recibidos en pequeños centros de acopio o reciclaje. En estos centros pesan los residuos y pagan por ellos.
Con regularidad por los hogares algunas personas se dan a la tarea de recoger o comprar residuos como lo antes mencionados, por lo que una acción que podemos poner en práctica, es clasificar con anticipación en nuestros hogares, aquellos materiales que ya no se van a ocupar para que en el momento oportuno los podamos intercambiar por dinero.
Los recolectores de basura son una pieza fundamental para evitar el colapso de las ciudades, sino existieran, se encontrarían focos de infección por todas partes.
En ese sentido, para contribuir en su labor, debemos colocar los desechos sólidos y residuos en depósitos que se les facilite la recolección.
Estos trabajadores son una pieza clave en el reciclaje de los residuos y en el mantenimiento de una ciudad más limpia, por lo tanto, debemos siempre dignificar esta importante labor.
La energía es fundamental para el desarrollo sostenible. Acelera el progreso social y económico y mejora la productividad.
No obstante, para lograr un desarrollo sostenible es necesario eficientizar su uso, para lo cual se recomienda la implementación de medidas como apagar las luminarias innecesarias o aparatos eléctricos a los que no se les esté dando uso.
En el mismo orden, es importante, apostarle a la implementación de sistemas de generación de energía eléctrica más limpia como pueden ser los sistemas solares fotovoltaicos, entre otros.
Depositar la basura en contenedores tiene importantes beneficios como los siguientes:
Viviendas más seguras. Al no haber basura en las calles se evita que ésta sea arrastrada por el aire y la lluvia y provoque se tapen las alcantarillas.
Familias más saludables. Al no estar expuesta la basura o en contacto con animales, se disminuyen los focos de infección de enfermedades virales.
Dignificación y más salud para los recolectores. Su uso reduce el riesgo del personal de aseo y evita posibles enfermedades.
Imagen urbana favorable. Utilizándolos de forma correcta mantenemos una ciudad más limpia.
“Recuerda que las pequeñas acciones generan grandes impactos”