Cristina Morataya
Directora General de Vekpower
Doctorado en la línea de Investigación Diplomacia Azul y Economía Circular de la Universidad Politécnica de Madrid
En la búsqueda de una transición energética justa y sostenible, El Salvador ha comenzado a destacar en un ámbito que, aunque es relativamente nuevo en la región, tiene un impacto transformador: la generación distribuida. Este modelo energético, basado en pequeñas fuentes de energía renovable cerca del lugar de consumo, no solo ofrece beneficios ambientales, sino también económicos y sociales para los salvadoreños.
Comencemos repasando un par de conceptos claves:
¿Qué es la Generación Distribuida?
La generación distribuida consiste en la producción de energía eléctrica a partir de fuentes renovables como paneles solares, turbinas eólicas o pequeños sistemas de biogás, instalados en o cerca de los puntos de consumo. Esto contrasta con el modelo tradicional de generación centralizada, donde grandes plantas generan electricidad que es luego distribuida a través de largas redes de transmisión.
En El Salvador, el marco normativo para la generación distribuida está regulado por una normativa vigente a la fecha, conocida como UPR, esta normativa ha facilitado la instalación de sistemas fotovoltaicos tanto en residencias como en empresas. Los sistemas fotovoltaicos con los factibles, técnica y económicamente en El Salvador, es por ello que, apostarle a su crecimiento es uno de los compromisos de empresa que hemos adquirido.
Beneficios para El Salvador
El crecimiento de la generación distribuida aporta múltiples ventajas:
- Sostenibilidad y reducción de emisiones: Al sustituir fuentes de energía basadas en combustibles fósiles, los sistemas de generación distribuida contribuyen a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los compromisos climáticos internacionales.
- Autonomía energética: La diversificación de fuentes de generación fortalece la seguridad energética del país, reduciendo su dependencia de la importación de combustibles.
- Ahorro económico: Para consumidores residenciales e industriales, los sistemas de generación distribuida permiten ahorrar significativamente en las facturas de electricidad desde un 25% hasta sistema con almacenamiento que pueden lograr un 90% del consumo total.
- Impulso a la economía local: La instalación y mantenimiento de sistemas de generación distribuida generan empleo en sectores técnicos, comerciales y de servicios.
- Resiliencia ante desastres: Durante interrupciones del suministro eléctrico a gran escala, los sistemas descentralizados pueden mantener operaciones críticas en funcionamiento, como hospitales, estaciones de bombeo de agua y pequeñas empresas, es por ello que, el impulso de los sistemas Aislados Asistitos por Red son una gran solución para nuestro país.
Retos a Superar
A pesar de los avances, aún existen barreras que limitan el despliegue masivo de la generación distribuida:
- Acceso al financiamiento: Aunque hay opciones de crédito, estas no siempre son accesibles para todas las familias o pequeñas empresas, especialmente en zonas rurales.
- Falta de conocimiento: La población aún necesita más información sobre los beneficios y posibilidades que ofrece la generación distribuida.
- Capacidad de la red eléctrica: Las redes de distribución necesitan modernizarse para integrar eficientemente la energía generada de forma distribuida.
- Marco regulatorio: Aunque existen normativas claras, su aplicación puede ser compleja y burocrática en algunos casos, lo que desalienta a posibles interesados.
¿En qué más podemos avanzar?
Para maximizar el impacto de la generación distribuida, es fundamental implementar acciones estratégicas, como:
- Fomentar incentivos fiscales: Reducir los impuestos sobre equipos de generación distribuida puede aumentar su adopción.
- Promover la educación energética: Campañas de sensibilización y programas de capacitación pueden fortalecer el conocimiento de los ciudadanos sobre este modelo energético.
- Modernizar la red eléctrica: Es necesario invertir en infraestructura inteligente que permita una mayor integración de fuentes distribuidas.
- Fortalecer alianzas público-privadas: Estas colaboraciones pueden facilitar financiamiento, investigación y desarrollo en el sector.
Visión a Futuro
El Salvador tiene una oportunidad única para consolidarse como líder regional en generación distribuida. Con un enfoque estratégico, el país no solo podrá avanzar hacia sus metas climáticas, sino también empoderar a las comunidades, mejorar la competitividad económica y garantizar un acceso más equitativo a la energía limpia.
La generación distribuida no es solo una herramienta tecnológica; es un paso hacia un futuro más justo y sostenible para todos los salvadoreños. Al apoyar este modelo, estamos invirtiendo en un país resiliente y preparado para los desafíos del cambio climático y las demandas de una economía moderna.
El crecimiento de la generación distribuida en El Salvador es una pieza clave en la transición energética del país. A medida que avanzamos, es fundamental superar los retos existentes y aprovechar al máximo los beneficios que este modelo puede ofrecer. Al hacerlo, estaremos construyendo un sistema energético más sostenible, inclusivo y resiliente para las generaciones futuras.
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